Generación 'Dink': La nueva tendencia en donde tener dinero y libertad importa más que tener hijos

Nacer, crecer, ir a la universidad, casarse y tener hijos. Esta idea de la progresión “natural y correcta” en la vida de una persona, estuvo escrita sobre piedra durante muchas décadas. Generaciones enteras se rigieron por estos principios aun sin saberlo, y aquellos pocos que se atrevían a cuestionarlo eran vistos como raros. Sobre todo, con el más grande de estos mandamientos: tener hijos.

Sin embargo, los tiempos cambian, y la idea de tener hijos “porque hay que tenerlos” comienza a ser vista como una antigüedad. Es en este marco, que la llamada “Generación Dink” gana cada día más adeptos. 

El acrónimo DINK significa en inglés "dual income, no kids", en español “doble ingreso, sin hijos”, y hace referencia a las parejas que optan por no tener hijos y centrarse en sus carreras como una elección de vida. Comúnmente se cree que las parejas Dink priorizan la búsqueda de metas profesionales y la obtención de dinero para vivir todas las experiencias que han soñado, lo cual sería mucho más complicado si tuvieran hijos. 

Pero, según los expertos, no todos los casos son iguales, y si bien hay parejas que deciden no tener hijos para disponer de más tiempo y dinero para sí mismos, hay otras que lo hacen porque no cuentan con los recursos necesarios para solventar una familia. Así mismo, también hay parejas que no tienen hijos porque simplemente no tienen el instinto maternal o paternal. 

Según estudios recientes, la Generación Dink está ganando terreno en prácticamente el mundo entero. En Inglaterra más de la mitad de las mujeres no tienen hijos antes de los 30 años, lo que indica que la maternidad tardía, o la no maternidad, es una tendencia. Así mismo, en Estados Unidos entre 1980 y 2020 aumentó 20% el número de adultos que viven sin hijos.

Es importante entender que conforme los años pasan, los conceptos que antes parecían inalterables se van modificando poco a poco. Hoy en día el concepto mismo de la familia ya no es tan rígido como antes, y si una pareja decide no tener hijos, independientemente del motivo, es completamente válido y respetable. Y lo mismo vale para aquellos que sí desean y deciden tener una familia con hijos. Al final de cuentas lo más importante de todo es que cada uno haga lo que realmente desea hacer y respete la decisión de los demás.